viernes, 30 de octubre de 2015

El Paso - Samhain




Este Gato ha estado sumamente ocupado con los preparativos para la Gran Noche de Samhain, por lo que debéis disculparme. Quisiera contaros tantas cosas pero no dispongo de tiempo. A cambio, os dejo un pequeño relato sobre el Paso del Dios al Otro Mundo.
Espero que os guste.

Un Miau!


Camino por el filo de este mundo. Ya apenas siento el peso de mi cuerpo.



Camino tranquilo, arropado por las miles de estrellas que marcan mi camino en la oscuridad. No siento dolor, ni temor, ni angustia. Sencillamente camino y me dejo llevar. Ya nada me aflige, nada negativo recorre mi mente. Es momento de respirar la paz, la calma sin sonido, la negrura sin salida.



Llego a una gran pared que, ante mi mirada, poco a poco se deslíe en finas telas. Se va transparentando poco a poco y comienzan a ondular con delicado compás.



Mis manos, antaño fuertes y hoy con arrugas y cicatrices, apartan las telas cada vez más finas, apenas perceptibles.



Al otro lado, un campo repleto de vida con una radiante luz que lo envuelve todo de dorados me confunde durante unos instantes.



Pronto la alegría me llena. La belleza me hace sentir pleno. Miro mis manos y las veo rejuvenecidas, fuertes.



Es al alzar la mirada cuando me doy cuenta de que un gran número de ánimas se acercan hacia mi llenos de alegría. Muchos pasan a mi lado sin apenas fijarse, otros me saludan afectuosamente con abrazos, palmadas en la espalda, besos y caricias. Se dirigen hacia las ondulantes telas llevando consigo la luz de este mundo para mi nuevo.



Les grito a los primeros en llegar a ellas "Vengo de allí! ¿Por qué volvéis?"



Siguen su camino sonriendo felices. Traspasan el fino y delicado muro y se desvanecen sus figuras. De ellos solo quedan sus presencias.



Mi amada me había contado el por qué de la migración de las almas de vuelta al mundo de los vivos, pero nunca pensé que sería de aquella manera, que sería a mi llegada. Nunca creí que mis pasos abrirían el camino entre los mundos para dejar volver durante un corto tiempo a los ya partidos de vuelta a sus hogares y sus seres queridos.



Volverán esta noche saciados de comida y bebida, alimentados por el calor de sus hogares y acompañados del amor de sus vivos, que aún les queda camino antes de llegar a las tierras del eterno verano.



Pronto volverán y me contarán durante un tiempo sus alegrías, disfrutaré de sus cuentos y vivencias mientras me preparo para volver a la tierra, volver a la vida, naciendo de mi mismo en el vientre de mi amada.



Pronto volveré a la vida llevando de aquí esa luz dorada que alegra los corazones y encenderá mis mejillas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario